La lengua cecaxvic se situa a principios del
siglo XVI en los círculos cercanos a León X. El objetivo principal de esta
lengua era que los monjes partidarios de las reformas protestantes pudieran
comunicarse entre si sin ser descubiertos. La mayor parte de la producción en cecaxvic
es de forma oral y epistolar. Casi todas las cartas fueron quemadas para no
dejar pruebas y hasta nuestros días solo han llegado quince e incompletas. El
estudio de esta lengua artifical ha sido muy difícil pues contamos con un
corpus reducido.
A pesar de todo, hemos podido crear un diccionario inglés-cecaxvic
de 1600 palabras, unas reglas sintácticas y morfológicas y unos parámetros
fonéticos. En cuanto a la fonética, se ha de puntualizar que nos basamos en
meras suposiciones. No contábamos con registros orales y, teniendo en cuenta
que la mayor parte de los clérigos eran originarios de la Monarquía Hispánica,
nos hemos basado en las lenguas romance de la península ibérica.
Además de la intención críptica, observamos cierta
voluntad de acercamiento a la lengua latina. Esto nos hace suponer que, en
pleno auge del humanismo, la invención del cecaxvic fue un ejercicio de
estudio profundo del latín.
Un último punto a comentar es el estrecho vínculo
lengua-religión. Esto se demuestra en que Dios y lengua tienen el
mismo nombre (cecaxvic)